- Harina: 1/2 kilo
- Mantequilla: 100 gramos
- Leche: 1/4 de litro
- Huevos: 2 unidades
- Levadura: 15 gramos (1 sobre)
- Sal: 1 pellizco.
- Canela, Ralladura de limón, Matalahúga
- 1 Huevo batido con un poco de azúcar para untar la superficie
Preparación:
Tiempo estimado: 20 minutos
Se vierte la harina sobre una superficie plana y limpia como el mármol de la cocina formando un volcán. En el interior del volcán de harina se vierten la levadura, la sal, la leche, dos de los tres huevos y la mantequilla (es importante que la mantequilla esté tibia y no fría para que se pueda amasar mejor).
Con las manos bien limpias se va amasando cuidadosamente para que no se derrame. Cuando empieza a adquirir cuerpo, se añade poco a poco el harina en la superficie para evitar que se pegue y se continua trabajando la masa con las manos. Una vez que la masa queda homogénea, consistente y no pegajosa, se deja levar en un sitio templado hasta que doble el volumen, una hora aproximadamente, luego se divide en porciones individuales se amasa un poco más y se les da forma de bollo. Se puede poner unos pedacitos de queso blanco en el centro y envolver para que no se salga.
Se vierte la harina sobre una superficie plana y limpia como el mármol de la cocina formando un volcán. En el interior del volcán de harina se vierten la levadura, la sal, la leche, dos de los tres huevos y la mantequilla (es importante que la mantequilla esté tibia y no fría para que se pueda amasar mejor).
Con las manos bien limpias se va amasando cuidadosamente para que no se derrame. Cuando empieza a adquirir cuerpo, se añade poco a poco el harina en la superficie para evitar que se pegue y se continua trabajando la masa con las manos. Una vez que la masa queda homogénea, consistente y no pegajosa, se deja levar en un sitio templado hasta que doble el volumen, una hora aproximadamente, luego se divide en porciones individuales se amasa un poco más y se les da forma de bollo. Se puede poner unos pedacitos de queso blanco en el centro y envolver para que no se salga.
Una vez se les ha dado forma de bollo, se dejan levar otra hora, luego se hacen unos pequeños cortes encima, con unas tijeras. A parte, se bate el huevo sobrante y el azúcar con él se pintan los bollos, se distribuyen los bollos en una bandeja para hornear y se introducen en el horno previamente calentado a 200ºC. Se dejan cocer durante 20 minutos y una vez que están bien doraditos se retiran del horno.
Se puede hacer con harina integral y azúcar morena.
Cuando regrese los voy hacer
ResponderEliminarEstán buenísimos, te encantará
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